El odio a la letra "B", Be larga, Be normal, la be fome, etc, etc. como quieran llamarla, radica exclusivamente, creo yo, en la sociabilización. Es un proceso muy complejo, en el que participan muchas variantes. Una de las primeras ideas de la adicción a la ve corta fue un cartel en el kiosko del liceo, que decía "NO ROVAR". Qué rayos...?, no que "robar" es con Be larga...? "Ja, ese es el chiste". En fin, creo que en este tipo de casos es por la pronunciación básicamente. "Rovar" deja una sensación después de decir la maldita palabra, sin embargo, "Robar" es como muy usual, de hecho tu sientes que has robado una vez que terminas de decirla. Uno nunca junta los labios de golpe y porrazo para decir la Be larga, siempre decimos la Ve corta. Pero cuando queremos decir la Ve corta cuando no corresponde, tratamos de pronunciar una cuestión rara, en la mordemos el labio inferior tan paranormalmente que nos deja la sensación extraña.
El segundo factor, de todas formas son los gustos. En el ser humano la cuestión de los gustos influye en casi todos los actos. Piensa en solo una maldita cosa en la que no hayas hecho algo sin guiarte por tus gustos. No la hay. Es por eso que me dí cuenta de este factor una vez que escuché "odio la Be larga, prefiero ir en contra la gramática y escribir la Ve corta".
El tercer factor, es la rapidez. ¿Has notado las vueltas extrañas que hacemos al escribir una Be larga? Sin embrago la ve corta la puedes hacer rápidamente y sin pensarlo dos veces. Es decir, no alcanzas ni siquiera a pensarlo una vez más, pues es tan rápida su escritura... Y la rapidez en la escritura es fundamental en nuestras sociedades actuales.
En conclusión, hasta entonces seguiré escribiendo palabras como "Escrivir", "Vorrar" y "Vever", y por supuesto leyendo "NO ROVAR", independientemente si lo haga o no.

Comentarios