Una vez, de puro pavo, caminé como 8 cuadras para adquirir un disco compacto. Me cobraban 4 lukas menos de lo comunmente se encontraba en ese entonces. Tomemos en cuenta que ahora no existe. "Meddle" de Pink Floyd. Hubo algo bien extraño. Todas las veces que caminé hacia la Popsy, llovía. Pero nunca tanto como la que caminé 8 cuadras. Me acuerdo del horrible tenis que jugué antes. En esa maldita carpeta los pies quedaban como yunkes. Pero ahora más todavía. Llovía y llovía, como en la canción. A fin de cuentas, llegué a la disquería. No tenían el maldito disco, llegaba el Lunes. Era un Martes, me acuerdo. Rabia que me dió.
Salí a las Tres y media de mi casa. A las cuatro en la cancha, techada por cierto y luego a las seis en la Popsy. Es que me quedaba esperando que pasara un poco la lluvia, con el propósito que no me atravesara las zapatillas. Ahora estaba en la disquería, con un tal Miguel, discutiendo sobre algo que me prometieron y no fue verdad. "Y yo preocupado por no haber venido ayer...".
Me fuí. Tomé la micro. Luces naranjas. Cortes de Luces.
Dos meses despues adquirí el disco. Y no fue en la Popsy precisamente. Seis mil 490. Lo compre con otro. Cuando llegué a la casa, abrí el disco y miré la carátula. A la portada se dibujaban unas gotas caídas en la tierra...

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