Lluvia de/e ideas

No sé como comenzar. El atado es que estoy tan... ansioso. Y ansioso de nada. Tengo tanta... adrenalina acumulada, si se puede decir. Tanto, que podría hacer esas cosas que te ponen nervioso. Estoy lleno de valentía por un instante. Debe haberme bajado la presión, como siempre me pasa. Tanto es mi entusiasmo por todo, que hasta subir y agarrar la guitarra y usarla de metralleta no me basta. Es extraño. Quiero estar en cualquier lugar menos que frente a esta pantalla en este lugar, vestido así y sentado levemente inclinado hacia adelante con la espalda chueca. Es extraño. Creo que es una de las primeras veces que me pasa. Algo me falta. Quizás me tragué alguna corriente de energía positiva... o negativa... o quien sabe qué cosa me pasa. No me canso por nada. No me importa el frío de mis manos. No siento hambre. Me gustaría estar rodeado de amigos, hablando estupideces, o lavar un auto bajo un sol "tres de la tarde" en un día de verano, o estar sobre un escenario con un tarra en la mano. Rayos, me gustaría estar en un escenario con una tarra en la mano. Crece mi entusiasmo. Me da rabia apretar eñes o comas o enes por error. Tanto me costó empezar a escribir y ahora no puedo parar. El Simón inicia sesión. Estoy aparentemente acompañado solo por mi mismo. De pronto me detengo y ya se me acaba el entusiasmo. Ahora solo es "lo que venga". Wuuuu.... Que rayos fue eso. Alguna hormona quizá. Me desahogué en esta entrada. No pongo imagen.

Comentarios