Lluvia de/e ideas


Depresión Dominical

Despierto. Es un aire matutino, pero uno está encerrado dentro de su cuerpo. Calor agobiante, frío desesperado. Las gotas olvidadas yacen en el pavimento, allá, afuera, donde se tiene que volver y algún día fue un lugar fresco, seco y limpio, donde ocurrieron muchas cosas. Sí, ocurrieron muchas cosas, muchos recuerdos de un día ya lejano al de hoy. Parece lejos, ajeno y nostálgico, por sobre todas las cosas. Alguna vez limpié los vidrios por fuera, pero ya están suscios de nuevo. No hay rastro del día de ayer. Unos cuantos despojos, cuya palabra trae más y más recuerdos. Es cosa de todas las mañanas acordarse de cosas e inventar recuerdos. Debiera sentirme bien, relajado, vivo. Pero no. Hy algo extraño... una rareza en el sabor del aire, en el color del sol, en las gotitas de agua. Es que hoy es domingo. El fúnebre domingo. El apocalíptico día. Es un día en que me posee un miedo y nerviosismo loco y atarantado. Creo que si alguna vez es el fin del mundo, será un domingo. Es casi así una herejía pensar asi del día, pero no puedo pensar en otra cosa. Todos los domingos han sido asi. El terror puro me invade y rezo porque la hora pase lento. Carma chileno, el de hacer las cosas a última hora. Quizá el ambiente que se crea lo hace ser todo así, el haber llovido, la ausencia de los padres, el tener los cuadernos tirados sobre la mesa, el que tus hermanos se hallan despertado antes que tú. Pasa la hora, se pierde el tiempo. La desesperaciónm invade el reloj. Es un abismo, donde si te decides a hacer algo, ya despertarás en el Lunes. No me espera nada. Lo único por esperar son la pasade de éstas 54 semanas, de estos 54 apocalípsis y 54 herejías. Y ver las cosas fuera de sí. Sí, como ayuda ver las cosas desde fuera. Por eso me decido a vivr este día con miedo, temor y el carma. A caminar por el túnel oscuro.

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