Literatura Frikeada

"Ese naranjo malicioso"

Perdido en el tiempo, vago. Acaece la noche, amenazante muestra su oscuridad que deforma las nubes. Se encienden uno, dos, tres focos. Diez de la noche, ¿qué hago aquí? Debiera estar lejos. Debiera encontrarme contigo, tomar este taxi y llegar a mi casa, luego telefonear a ver si sale algo para la noche. Hace frío y yo aquí con polera... Solo. No abandonado, no esta vez. Temo encontrarte aquí, que aparezas y seamos de esos que se ven esperando micro, o taxi, o lo que sea a las diez de la noche. Tengo que encontrarte, pero no hoy. Me encojo de hombros. La pareja de detrás mío toma el taxi con letrero verdo. Lástima. Ya me había acostumbrado a ellos. No, ese no. ¿Ese? Tampoco, va lleno. Una micro. No, mejor no. El aire cambia. La ciudad está cazándome. Me obsesiona con su aroma y me da frío consuelo. Sí, debiera encontrarme contigo. Decirte tantas cosas... y otras tantas más. ¡Ha pasado tanto! Necesitaba verte, escucharte y hablar de tanto. En medio de la ciudad, fría y llena de carteles, con un suelo cálido e inmundo. Desde aquí, te amo. Pero desde allá, no. Y cruzándo la calle, sí. Atravesándo la plaza y bajando por la avenida, no. Solo, en mi casa, sí. Es que me olvido de todo al acordarme de tí. ¡Ha pasado tanto! Ese no, va lleno. Semáforos cambian. Te amo, pero no hoy. ¿Qué ciudad? Al carajo con todo. Tu recuerdo y tu olvido es mejor. Majestuosa obsesión, a cambio de enrabiada lujuria. Mi taxi, lo hago parar. Sáqueme de aquí. Quiero volver. Ya llegó la noche; naranjo malicioso. No sé... Perdido en el espacio, funciono. Tú, yo, y todos los demás somos hormigas y engranajes de este sistema. Funciona funcionar, para recordad el olvido del frío consuelo con suelo inmundo; inconsecuente valkyria. Mi roja alucinación, mi naturaleza sintética me obliga a volver. Pero también me obliga a llevarte a mi planeta. Tomaríamos una nave hecha de estrellas, con combustible de música y asientos de cine. Y tú y tu mano, y ese cálido recuerdo, afanoso de olvido, tentadora caja de Pandora, estarían allí. Me los llevaría todos. Y todo lo que tocarás y todo lo que verás será todo lo que mi vida ha sido hasta ahora, hasta ahora; el instante en que mi cometa cambió su haz del verde al naranjo. Y tú estabas allí. Y la noche se tiñe de ese naranjo malicioso. No, no se...

Escrito el 19/12/08 a las 23:42