Literatura Frikeada

I.
Al abrir los ojos se siente eso de que la luz es más potente que lo que realmente es. Esto pasa siempre. Desde chico, recuerdo que jugaba a tener harto rato los ojos cerrados para luego abrirlos, y ver todo asi como demasiado iluminado. Pero crecí. Crecí olvidando el acariciar el pasto, cortarlo con las manos, hacerlo pequeñas bolitas y arrojarlo a modo de juego. Todo era juego. Con tiempo bueno, jugaba a la escondida, a los países, a la pelota. Si llovía, a las cartas, con toda clase de juguetes, al ludo. Siempre, rodeado de gente. Mi vida de día. Todo era iluminado por un sol artificial... Le veía a las cosas su valor absoluto, despojado de signos, de calumnias, de fallas, de caos. No había nada perverso, ningún doblesentido, sinsentido, o oscuro. Limpio. Ahora ya no es así. Como lo anhelo. Pero creo que ahora, despues de todo, es mejor así.


"Resistencia II"

La calma falsa que le agrego a mis pasos me hace capaz de seguir un poco más sin temblar. Tiemblo por todo, por el frío, por el nerviosísmo, por todo. Antes de las pruebas suelo temblar. Cuando diserto, tambien me traicionan los impulsos descontrolados, involuntarios de mis ectremidades, controladas por un factor ajeno que quizá me dice "corre, salva tu vida". Me incita a huír, pero no lo hago. De eso se trata la Resistencia, ¿no?, de ver cuánto duras sin huír. Sin perder, sin caer, sin irte de la competencia. Sin llorar, sin alegar, sin enojarte. Sin ponerse triste, sin suicidarte. El naranjo de las calles me hace olvidarme un poco del comienzo de la historia. Y todo reflejado por paredes de vidrio, polarizados o soplados, llovidos o quebrados, de tu casa o de la micro, es mejor. El frío se entremete por mis quarks, hasta el hueso. No hay estrellas, ni perros, ni firmamento. Tampoco pienso en ellos.

II.
Hoy veo la línea. La he visto todo el santo día. Cosas que pasan en la mañana... lo ponen a uno así. Y si durante el día la cosa se pone peor, no hay nada que hacerle. Tragarse todo no más. Correrlo, escribirlo, dejar que se lo lleve la Sombra, y con ello alimente al Mr. Hyde. Linea maldita, ya de veras no quiero verte. Ándate de aquí. Me dice cosas... No quiero nada con la linea.
Tambien suelo ponerle colores, pensar en melodías, describir lo que veo a medida que pasa en mi mente, como si siempre estuviera escribiendo un cuento, o una canción, o grabándo una película. Me hace creer de una u otra forma que lo que vivo, sea malo, sea bueno, es un instante, un "frame", un byte por segundo, un haz de luz, tan solo un cuento, tan solo un día, una ilusión. Parte de mi paranoia, supongo. Y caminar así lo alimenta, la cuestión se retribuye, cruzas el puente y sigues en un costado, sin hablar, grabando tu disco, escribiendo tu libro y filmando tu película. Semáforos cambian, ¿qué hago aquí? Me pregunto, y eso que sé muy bien qué hago aquí. Vine a vigiliar que no haya avances, que no me pierda de nada. Vine aquí a crecer, a vagar, a sentir. Crecer, vagar, sentir. Vagar, crecer, sentir. Y acumular, Dios, cuanta acumulación. Tambien liberación. La Sombra se hace gigante y explota en pelotas de colores. Y queda vacía.

III.
Maldita Sombra, que me hace estas cosas, me juega estas pasadas. No me deja cruzar la línea. Me dice cosas... No quiero nada con la línea. Mi pie izquierdo torcido, es por estos demonios dentro mío. Excávan el alma, mis huesos. Lloré dentro mío, pero aún así no pude cruzar la línea. Hoy quería salir de la Sombra. Esta piel no es mía. Pero parado aquí, todas las puertas de salida dan vueltas. Elegir una puede ser traicionero. Y más aún caminando, pisándo los pasos de cebra, para llegar al paradero.
"Yo elegí vivir; y crecer, obtener y dar; y moverme, aprender y amar; y llorar, matar y morir; y ser paranoico y; mentir, odiar y temer y; hacer, lo que sea necesario para moverme a través de esto"
Las Sombras giran, toman mi alma y la azotan de un lado a otro. No me queda nada. Salgo de esa alma de nuevo, el fénix me toma, me lleva a lo alto, pero la tormenta lo hace quemarse, caigo, me toman las Sombras, me arrastran por la calle, estallandome contra el pavimento. Las estrellas salen en cámara lenta, gotitas de sangre, y ojos, uno, el otro agarrado del nervio óptico. Los dientes, los pómulos. El fénix come ojos como un cuervo. Me hace tragar una bola de fuego que me pone de vuelta a como estaba. ¡Sáquenme de aquí!"

IV.
Coleto. Letrero Azul. "¿Dónde va el "caballero"?" "Am... al SODIMAC" "[gesto de cansancio]" "Mhmhmh. Se cancela" "¿No tiene los 30 pesos?" Aunque los tuviese "No los tengo". Las ruedas cantan su swamp song por el paviemento. Por qué causan esto. Por qué nos obligan a conversar tanto, para hacer explotar de una vez esas burbujas de ganas de hablar. A juntarnos a reflexionar a vagar. Todo esto, por qué nos obligan a esto. No hay lugar para la superstición. Creer en el destino. Por qué me obligaron a volver a enfermarme. A volver a ver Sombras. Podríamos... No, no podríamos. Para qué estar así. La velocidad aumenta mis deseos de rendirme. Deseos así como de dejar de trotar. Un punto bajo el corazón comienza a tragar todo mi ser, cuál agujero negro. Y no lo llevo bien. Para nada bien. Voy volando por la carretera a 80 km/h. El pasajero del lado es una calavera encapuchada. Y el chofer es una Sombra. Atropellamos cronopios. Todo lo imagino. Vamos envueltos en fuego naranjo. Factor liberador. "No sirve adornar nada con flores. Es así, sólo eso y nada más. Ya nada importa. Los papeles caen de colores de plata, pero en realidad no la son". Una camioneta roja cruza despues de tiempo. Imprudencia... lo único que faltaba ahora. Un impacto frontal para nosotros, lateral para el imprudente desgraciado. Maldita la hora en que pisó el acelerador. Salgo disparado hacia el asiento del chofer, donde va la Sombra manejando. El fénix, su copiloto, sale disparado por la ventana. El auto gira en 120º, la camioneta se voltea. El juego de luces me hace pensar en un concierto de Pink Floyd. Mi puerta se cae, y al terminar de arrastrarnos por el suelo, sin 3 ruedas, caigo, derrotado por la tortura de las sombras y el fénix, a la calle. Se ve todo borroso. Y rojo, rayos, qué rojo. No puedo mover ni brazos ni piernas, el dolor aún no llega. Mis riñones no existen. No sabía que tenía tanta sangre, y tan roja. Evalúo la situación: el fénix yace a tres metros del auto, la Sombra pegada al parabrisas, otra Sombra de al lado mío está allí, goteando algo negruzco que asumo que es sangre. Al parecer soy el único consciente.

V.
Llegan ambulancias. Me apuntan los ojos con linternas. Me arrastran un poco. No oigo nada. Al preguntar y no responderme, me doy cuenta de que en realidad no estaba hablándo. Esto es más malo de lo que creía. ¿Qué dirán mis padres?. Los paramédicos hablan, dan órdenes. Yo no siento el menor movimiento que me hacen. Camilla. Ascenso. Ahora todo es blanco. Escucho, lejana, un ruido mezcla de llanto de perro, pedal de wah y acoplo de micrófono. Asumo que es la sirena. Al lado mío un panel con mis ritmos cardiacos. Hacen trazos raros, calaveras, corazones, estrellas, el logo de Dream Theater. Más calaveras hablándo y dando órdenes. Sombras al lado mío. Cierro los ojos. Tit-Tit-Tit. Inyecciones varias en mi antebrazo. Vueltas. Abro los ojos. Tit-Tit-Tit. Aquí me voy a morir, yo creo. La ambulancia salta y alcanzo a verme. Rayos, estoy mal. De verdad, creo que no saldré de esta. ¿Qué dirán mis padres, mis amigos? Tit-Tit-Tit. No alcanzé a decir mis ideas de entropía, mi apreciación del naranjo, mis canciones, mis cuentos. Nunca decidí qué carrera estudiaré. Nunca estudié para la PSU. Cierro los ojos. Tit-Tit-Tit. Nunca salí del país. No llegué a un escenario ni a grabar un disco ni a editar un libro. ¿Qué dirán mis padres, mis amigos, mis compañeros? Trazos verdes en la pantallita que canta mi swamp song. Abro los ojos. Todo está demasiado claro. No puedo dejarlos abiertos. Se me mueven las cosas. Tit-Tit. Aprieto los ojos. Sigue todo claro, así como si no tuviera párpados. Creí acariciar el pasto, cortarlo con las manos, hacerlo pequeñas bolitas y arrojarlo a modo de juego. Me ví, volándo sobre un campo y comiéndo choclo. Me ví, en medio de una sala de clases, un día cualquiera de Noviembre. Tit. ¿Qué dirán mis padres, mis amigos, mis compañeros?. Yo... ah... No siento... No puedo... Qué... Tit. Y lo último. Tit. Una vez más. Tit. Tal como el... último minuto antes de tu... récord, antes de que se... agote la Resistencia. Tit. Me venció. Tit. .... .... Tiiii...i..i.


Citas de "46 & 2" de Tool, y "El infierno según la gente rata Pt. I"

Comentarios